Marvel Moreno (Marvel
Luz Moreno Abello, 1939-1995). Escritora barranquillera reconocida ampliamente
por círculos intelectuales en Europa e Hispanoamérica.
Marvel Moreno nació en Barranquilla el 23 de septiembre
de 1939. Era hija de Benjamín Jacobo Moreno y Berta Abello Moreno; y hermana de
Ronal Moreno Abello, uno de los promotores de la ciencia ficción en Colombia.
Desde muy joven se caracterizó por su belleza incomparable. Su familia,
distinguida y prestante dentro de los círculos sociales, la inició en sus
estudios primarios en la institución religiosa Colegio Nuestra Señora de
Lourdes, donde tomó su primera comunión. Ingresó en la institución La Enseñanza,
donde no le permitieron continuar por cuestionar el dogma católico y defender
la teoría de la evolución de Charles Darwin.
Su espíritu crítico se acentuó con la formación
intelectual que recibió de la mano de su padre, quién la orientó en la lectura
de los clásicos y de otras múltiples obras, y la enseñó a disfrutar de la
música y la pintura. Continuó sus estudios en una escuela pública, en la que se
relacionó con muchachos de las clases populares; pero se vio obligada a
interrumpirlos a los de dieciséis años. Nombrada reina del Carnaval de
Barranquilla en 1959, coronada como Marvel I, se convirtió durante algunas
semanas en el personaje más importante de la ciudad y durante algunos días gozó
de la notoriedad del país entero. Esta posición le permitió observar de cerca y
con tristeza, el mundillo social que se vivía en su natal Barranquilla, y que
luego plasmó en su obra.
Decidió partir hacia París, donde trabajó como enfermera
y después como instrumentadora de la sala de operatoria en la clínica de sus
tíos. Pasado un tiempo continuó sus estudios de bachillerato en una escuela
pública mientras trabajó en algunos dispensarios de caridad. En este periodo
descubrió a los grandes clásicos de la literatura del siglo XX que suscitaron
una profunda influencia sobre ella: James Joyce, William Faulkner, Virginia
Woolf y Carson Mac Cullers.
A comienzos de los años sesenta encontró a Alejandro
Obregón, el pintor más importante del país de la segunda mitad del siglo, con
el cual estrechó una amistad profunda que se mantuvo hasta la muerte. Por él se
relacionó con otros integrantes del Grupo de Barranquilla, entre ellos, Álvaro
Cepeda Samudio, Gabriel García Márquez y Germán Vargas, quien fue decisivo para
su vida literaria. En este medio conoció a su primer esposo, el periodista y
escritor Plinio Apuleyo Mendoza, con quien contrajo matrimonio en 1962, y con
quien tuvo dos hijas. Conoció a algunos amigos de su esposo, entre ellos al
sacerdote y futuro guerrillero padre Camilo Torres. Alternaba regularmente con
los miembros La Cueva y manifestaba un significativo apego hacia el joven
pintor Norman Mejía y el mono Vilá Fuenmayor. El pintor naif
Noé León, fascinado como todos por la belleza de Marvel, ejecutó un retrato al
óleo en el que ella aparece rodeada por tres cachorros de tigre.
En este período, Moreno decidió regresar a la universidad
nuevamente a estudiar economía, y se convirtió en la primera mujer en ingresar
a esa Facultad. A partir de esta experiencia, por sugerencia de un docente,
decidió crear su negocio propio, en el ámbito de la publicidad, que logró
permanecer en pie hasta 1969, con buenos resultados. Luego del nacimiento de
dos hijas, sobrevinieron numerosas crisis matrimoniales; y le diagnostican
lupus a finales de 1972, la enfermedad progresiva que habría de causarle la
muerte.
En 1967 entabló amistad la prestigiosa crítica de arte y
escritora argentina Marta Traba. Se acercó de especial modo a la pintura, de la
que se volvió estudiosa y gran conocedora. Desde entonces estrechó
preferentemente vínculos de amistad con pintores y artistas. Este fue el
período de activismo y militancia política de izquierdas; participó en
actividades clandestinas de apoyo a la guerrilla. Para ese entonces, ya había
publicado su primer cuento “El muñeco” en la revista Eco de
Bogotá en 1969, que apareció publicado también pocos meses después en el
prestigioso Magazin Dominical del diario El Espectador.
En 1971 participó activamente en la aventura de Libre,
revista literaria en español de vital importancia en ese período, dirigida por
Plinio Mendoza, y órgano que aglutinaba entorno suyo a los escritores
latinoamericanos residentes o exiliados en París. Mientras colaboraba con la
revista como redactora, hasta 1972, estableció vínculos con todos los grandes
escritores del boom latinoamericano, entre ellos, Carlos
Fuentes, Mario Vargas Llosa, Severo Sarduy y Jorge Edwards. Conoció a Julio
Cortázar, Octavio Paz, Jorge Semprum, al pintor mexicano José Luis Cuevas, al
novelista peruano Rodolfo Hineztrosa, al dramaturgo cubano Eduardo Manet.
Encuentra, entre cientos de personajes, al ex comandante de la guerrilla
venezolana Teodoro Petkoff exiliado en París.
En 1975 publicó su segundo cuento “Oriane, Tía Oriane”,
en la misma revista, que ya gozaba de cierto prestigio dentro los círculos
literarios de la época. En este mismo año se vinculó a la Escuela Berlitz como
profesora de idiomas. Al año siguiente, publicó en la revista Caravelle su
cuento “La sala del niño Jesús”, incorporado posteriormente a la antología Algo
tan feo en la vida de una señora bien, publicada por la Editorial Pluma.
En 1982, contrajo matrimonio con Jacques Fourrier. En
1987 apareció la novela En diciembre llegaban las brisas bajo
el sello de la editorial Plaza & Janes; en esta misma época la cineasta
Fina Torres rodó el filme Oriane, basado en el segundo cuento de la
escritora, el cual obtuvo el galardón Cámara de Oro en Cannes, y el premio del
Festival de Cine de Cartagena, entre otros.
Su novela En diciembre llegan las brisas recibió
el premio literario “Grinzane–Cavour” al mejor libro extranjero en 1989 con su
versión traducida al italiano. Logró publicar en Bogotá una antología de
cuentos que había iniciado en 1986, titulada El encuentro y otros
relatos, bajo el sello editorial Áncora Editores.
Fue escogida por la revista Cromos como
una de las cien mujeres más influyentes de la historia de Colombia, porque sus
obras literarias narran y ponen de manifiesto la problemática vida de la mujer
en una sociedad elitista y cerrada como era la de Barranquilla y el Caribe
colombiano en general en los años cuarenta y cincuenta del siglo XX. Por tal
razón, muchas de sus obras han sido catalogadas como feministas y son vistas
como el tránsito progresivo entre una sociedad patriarcal y el rol igualitario
de la sociedad del siglo XXI.
Publicada en Colombia y España, traducida al francés y al
italiano, esta escritora aún no ha recibido el reconocimiento que merece de su
público. La difusión de su obra aún es insuficiente y escasa en Colombia;
aunque se trabaja continuamente en pro del conocimiento de sus textos, que sí
son ampliamente valorados en el exterior. Su obra muestra la figura de la mujer
oprimida y estigmatizada, triste y opacada por la sociedad Barranquillera, en
medio de complejas simbologías y juegos narrativos.
Marvel Moreno falleció el 5 de junio de 1995 en la ciudad
de París. Horas antes, había logrado escribir las primeras líneas de un cuento
que tituló Un amor de mi madre. A su muerte, su obra tomó una mayor
vigencia.
Como homenaje póstumo a la escritora, Jacques Gilard
organizó un coloquio internacional en la Universidad de Toulouse en 1997. Sus
cuentos, incluidas las primeras líneas del texto final, fueron compilados en el
volumen Cuentos Completos, publicado por Editorial Norma en el año
2001, dentro de la colección La otra Orilla.
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