viernes, 29 de mayo de 2015

Mariano Azuela

Estudió medicina en Guadalajara, Jalisco. Tras la caída del gobierno de Francisco I. Madero, a consecuencia del golpe de estado de Victoriano Huerta, se sumó a la causa constitucionalista que pretendía restaurar el estado de derecho como médico militar. Su participación en el conflicto le dio amplio material para escribir Los de abajo (1915): un impresionante fresco, más por los hechos narrados que por la técnica empleada, sobre la Revolución Mexicana.
A esta obra la habían antecedido novelas menores de corte costumbrista, comoFracasados (1908) y Mala Yerba (1909) en las que retrataba la tensión social que precedió al estallido de la lucha armada. Por su claridad para presentar hechos, su innegable tono de denuncia social y su oposición a la dictadura de Huerta, Los de abajo marcó las pautas de un género cuya práctica se extendió hasta muy avanzado el siglo XX, con títulos como Pedro Páramo, de Juan Rulfo, y La muerte de Artemio Cruz, de Carlos Fuentes. La novela fue traducida a varios idiomas por su intenso contenido testimonial.
Tras la publicación de esa obra, Azuela avanzó en su estudio de la vida mexicana en los ámbitos rural y urbano, en los medios políticos, agrarios y familiares. Las obras de ese período son amargas y nunca están exentas de una ironía cruel. Entre ellas pueden citarse Los caciques (1917), Las moscas (1918), Las tribulaciones de una familia decente (1918), La luciérnaga (1932), Avanzada (1940) y Nueva burguesía(1941). Para cerrar su carrera escribió La marchanta (1944), La mujer domada(1946) y La maldición (publicada en 1955).



No hay comentarios:

Publicar un comentario