viernes, 29 de mayo de 2015

ANALOGÍAS

                                                             ORIGEN:

Tiene su origen en dos voces griegas que dan origen al vocablo analogía:
- La primera es ANÁ  que quiere decir "conforme a" o "de acuerdo con"
- La segunda es LOGOS que se entiendo como "tratado" o "estudio".

  ANÁ tiene 2 ejemplos que son:

- ANÁLISIS (conforme a la descomposición)
- ANATOMÍA (conforme a la división o cultura)


LOGOS tiene 2 ejemplos:


- LOGARITMO (razonamiento con números)
- LÓGICA (relativo o razón)

Analogía significa conformidad de razones.


PRUEBA 1:

1. PATENTE : LATENTE

C. Extrovertido : Introvertido

2. ENHEBRAR : BORDAR

C. Pensar : Expresar

3. AMARGO ; SABOR

B. Rencor : Sentimiento

4.  PINTURA : COLOR

A. Musica : Nota

5. FRONTERA : PAÍS

C. Lindero : Terreno

PRUEBA 2:

1. HOJARASCA . ÁRBOL

D. Lluvia : Nube

2. EMPRESA : GERENTE

D. Barco : Capitán

3. GUBIA : MADERA

B. Buril : Metal

4. PRECIO . INFLACIÓN

E. Temperatura : Fiebre

5. TEORÍA : FUNDAMENTACIÓN

B. Edificio : Cimiento






















Mariano Azuela

Estudió medicina en Guadalajara, Jalisco. Tras la caída del gobierno de Francisco I. Madero, a consecuencia del golpe de estado de Victoriano Huerta, se sumó a la causa constitucionalista que pretendía restaurar el estado de derecho como médico militar. Su participación en el conflicto le dio amplio material para escribir Los de abajo (1915): un impresionante fresco, más por los hechos narrados que por la técnica empleada, sobre la Revolución Mexicana.
A esta obra la habían antecedido novelas menores de corte costumbrista, comoFracasados (1908) y Mala Yerba (1909) en las que retrataba la tensión social que precedió al estallido de la lucha armada. Por su claridad para presentar hechos, su innegable tono de denuncia social y su oposición a la dictadura de Huerta, Los de abajo marcó las pautas de un género cuya práctica se extendió hasta muy avanzado el siglo XX, con títulos como Pedro Páramo, de Juan Rulfo, y La muerte de Artemio Cruz, de Carlos Fuentes. La novela fue traducida a varios idiomas por su intenso contenido testimonial.
Tras la publicación de esa obra, Azuela avanzó en su estudio de la vida mexicana en los ámbitos rural y urbano, en los medios políticos, agrarios y familiares. Las obras de ese período son amargas y nunca están exentas de una ironía cruel. Entre ellas pueden citarse Los caciques (1917), Las moscas (1918), Las tribulaciones de una familia decente (1918), La luciérnaga (1932), Avanzada (1940) y Nueva burguesía(1941). Para cerrar su carrera escribió La marchanta (1944), La mujer domada(1946) y La maldición (publicada en 1955).



Laura Esquivel

Nació el 30 de septiembre de 1950 en la ciudad de México.

Entre 1966 y 1968 cursa la carrera de educadora. Más tarde se especializa en teatro para niños y en 1977 funda, junto con un grupo de compañeras, el Taller de Teatro y Literatura Infantil perteneciente a la Secretaría de Educación Pública. En 1983 crea y dirige el Centro de Invención Permanente, lugar donde se imparten talleres artísticos para niños.

En 1980 se inicia en la creación de guiones cinematográficos, y en 1985 firma el guion de Chido One, el Tacos de Oro, nominada al premio Ariel de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de México. Su primera novela, Como agua para chocolate (1989) alcanzó un gran éxito de público tan extraordinario que el director de cine Alfonso Arau rodó una película, con el guión de la propia autora, que supuso la consagración del título. La novela fue traducida a más de treinta lenguas. En 1992 toma el seminario de Guión Cinematográfico impartido por Syd Field y, en 1994, Laura Esquivel recibió el Premio ABBY (American Bookseller Book of de Year), convirtiéndose en el primer escritor extranjero en recibir este premio. En 2004 publicó Malinchey en 2014, A Lupita le gustaba planchar.

En marzo de 2009 fue precandidata a la Diputación Local en el Distrito XXVII de México D.F. por elPRD. Su candidatura fue apoyada por la corriente Izquierda Unida.

Sor Juana Inés de la Cruz

Niña prodigio, aprendió a leer y escribir a los tres años, y a los ocho escribió su primera loa. En 1659 se trasladó con su familia a la capital mexicana. Admirada por su talento y precocidad, a los catorce fue dama de honor de Leonor Carreto, esposa del virrey Antonio Sebastián de Toledo. Apadrinada por los marqueses de Mancera, brilló en la corte virreinal de Nueva España por su erudición, su viva inteligencia y su habilidad versificadora.
Pese a la fama de que gozaba, en 1667 ingresó en un convento de las carmelitas descalzas de México y permaneció en él cuatro meses, al cabo de los cuales lo abandonó por problemas de salud. Dos años más tarde entró en un convento de la Orden de San Jerónimo, esta vez definitivamente. Dada su escasa vocación religiosa, parece que Sor Juana Inés de la Cruz prefirió el convento al matrimonio para seguir gozando de sus aficiones intelectuales: «Vivir sola... no tener ocupación alguna obligatoria que embarazase la libertad de mi estudio, ni rumor de comunidad que impidiese el sosegado silencio de mis libros», escribió.
Su celda se convirtió en punto de reunión de poetas e intelectuales, como Carlos de Sigüenza y Góngora, pariente y admirador del poeta cordobés Luis de Góngora (cuya obra introdujo en el virreinato), y también del nuevo virrey, Tomás Antonio de la Cerda, marqués de la Laguna, y de su esposa, Luisa Manrique de Lara, condesa de Paredes, con quien le unió una profunda amistad. En su celda también llevó a cabo experimentos científicos, reunió una nutrida biblioteca, compuso obras musicales y escribió una extensa obra que abarcó diferentes géneros, desde la poesía y el teatro (en los que se aprecia, respectivamente, la influencia de Luis de Góngora y Calderón de la Barca), hasta opúsculos filosóficos y estudios musicales.
Perdida gran parte de esta obra, entre los escritos en prosa que se han conservado cabe señalar la Respuesta a Sor Filotea de la Cruz. El obispo de Puebla, Manuel Fernández de la Cruz, había publicado en 1690 una obra de Sor Juana Inés, la Carta athenagórica, en la que la religiosa hacía una dura crítica al «sermón del Mandato» del jesuita portugués António Vieira sobre las «finezas de Cristo». Pero el obispo había añadido a la obra una «Carta de Sor Filotea de la Cruz», es decir, un texto escrito por él mismo bajo ese pseudónimo en el que, aun reconociendo el talento de Sor Juana Inés, le recomendaba que se dedicara a la vida monástica, más acorde con su condición de monja y mujer, antes que a la reflexión teológica, ejercicio reservado a los hombres.
En la Respuesta a Sor Filotea de la Cruz (es decir, al obispo de Puebla), Sor Juana Inés de la Cruz da cuenta de su vida y reivindica el derecho de las mujeres al aprendizaje, pues el conocimiento «no sólo les es lícito, sino muy provechoso». LaRespuesta es además una bella muestra de su prosa y contiene abundantes datos biográficos, a través de los cuales podemos concretar muchos rasgos psicológicos de la ilustre religiosa. Pero, a pesar de la contundencia de su réplica, la crítica del obispo de Puebla la afectó profundamente; tanto que, poco después, Sor Juana Inés de la Cruz vendió su biblioteca y todo cuanto poseía, destinó lo obtenido a beneficencia y se consagró por completo a la vida religiosa.

Murió mientras ayudaba a sus compañeras enfermas durante la epidemia de cólera que asoló México en el año 1695. La poesía del Barroco alcanzó con ella su momento culminante, y al mismo tiempo introdujo elementos analíticos y reflexivos que anticipaban a los poetas de la Ilustración del siglo XVIII. Sus obras completas se publicaron en España en tres volúmenes: Inundación castálida de la única poetisa, musa décima, Sor Juana Inés de la Cruz (1689), Segundo volumen de las obras de Sor Juana Inés de la Cruz (1692) y Fama y obras póstumas del Fénix de México(1700), con una biografía del jesuita P. Calleja.
La poesía de Sor Juana Inés de la Cruz
Aunque su obra parece inscribirse dentro del culteranismo de inspiración gongorina y del conceptismo, tendencias características del barroco, el ingenio y originalidad de Sor Juana Inés de la Cruz la han colocado por encima de cualquier escuela o corriente particular. Ya desde la infancia demostró gran sensibilidad artística y una infatigable sed de conocimientos que, con el tiempo, la llevaron a emprender una aventura intelectual y artística a través de disciplinas tales como la teología, la filosofía, la astronomía, la pintura, las humanidades y, por supuesto, la literatura, que la convertirían en una de las personalidades más complejas y singulares de las letras hispanoamericanas.
En la poesía de Sor Juana Inés de la Cruz hallamos numerosas y elocuentes composiciones profanas (redondillas, endechas, liras y sonetos), entre las que destacan las de tema amoroso, como los sonetos que comienzan con "Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba" y "Detente, sombra de mi bien esquivo". En "Rosa divina que en gentil cultura" desarrolla el mismo motivo de dos célebres sonetos de Góngora y de Calderón, no quedando inferior a ninguno de ambos. También abunda en ella la temática mística, en la que una fervorosa espiritualidad se combina con la hondura de su pensamiento, tal como sucede en el caso de "A la asunción", delicada pieza lírica en honor a la Virgen María.
Sor Juana empleó las redondillas para disquisiciones de carácter psicológico o didáctico en las que analiza la naturaleza del amor y sus efectos sobre la belleza femenina, o bien defiende a las mujeres de las acusaciones de los hombres, como en las célebres "Hombres necios que acusáis". Los romances se aplican, con flexibilidad discursiva y finura de notaciones, a temas sentimentales, morales o religiosos (son hermosos por su emoción mística los que cantan el Amor divino y Cristo en el Sacramento). Entre las liras es célebre la que expresa el dolor de una mujer por la muerte de su marido ("A este peñasco duro"), de gran elevación religiosa.
Mención aparte merece Primero sueño, poema en silvas de casi mil versos escritos a la manera de las Soledades de Góngora en el que Sor Juana describe, de forma simbólica, el impulso del conocimiento humano, que rebasa las barreras físicas y temporales para convertirse en un ejercicio de puro y libre goce intelectual. El poema es importante además por figurar entre el reducido grupo de composiciones que escribió por propia iniciativa, sin encargo ni incitación ajena. El trabajo poético de la monja se completa con varios hermosos villancicos que en su época gozaron de mucha popularidad.


Juan Rulfo

A Juan Rulfo le bastaron una novela y un libro de cuentos para ocupar un lugar de privilegio dentro de las letras hispanoamericanas. Creador de un universo rural inconfundible, el narrador plasmó en sus narraciones no sólo las peculiaridades de la idiosincrasia mexicana, sino también el drama profundo de la condición humana. El llano en llamas (1953) reúne quince cuentos que reflejan un mundo cerrado y violento donde el costumbrismo tradicional se desplaza para vincularse con los mitos más antiguos de Occidente: la búsqueda del padre, la expulsión del paraíso, la culpa original, la primera pareja, la vida, la muerte. Pedro Páramo (1955) trata los mismos temas de sus relatos, pero los traslada al ámbito de la novela rodeándolos de una atmósfera macabra y poética. Este libro ostenta, además, una prodigiosa arquitectura formal que fragmenta el carácter lineal del relato.
La mítica ciudad de Comala sirve de escenario para la novela y algunos cuentos de Juan Rulfo. Su paisaje es siempre idéntico, una inmensa llanura en la que nunca llueve, valles abrasados, lejanas montañas y pueblos habitados por gente solitaria. Y no es difícil reconocer en esta descripción las características de Sayula, en el Estado de Jalisco, donde el 16 de mayo de 1918 nació el niño que, más tarde, se haría famoso en el mundo de las letras. Su nombre completo era Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno.
Juan Rulfo dividió su infancia entre su pueblo natal y San Gabriel (así se llamaba la actual Ciudad Venustiano Carranza), donde realizó sus primeros estudios y pudo contemplar algunos episodios de la sublevación cristera, violento levantamiento que, al grito de "¡Viva Cristo Rey!" y ante el cómplice silencio de las autoridades eclesiásticas, se opuso a las leyes promulgadas por el presidente Calles para prohibir las manifestaciones públicas del culto y subordinar la Iglesia al Estado.
Rulfo vivió en San Gabriel hasta los diez años, en compañía de su abuela, para ingresar luego en un orfanato donde permaneció cuatro años más. Puede afirmarse, sin temor a incurrir en error, que la rebelión de los cristeros fue determinante en el despertar de su vocación literaria, pues el sacerdote del pueblo, con el deseo de preservar la biblioteca parroquial, la confió a la abuela del niño. Rulfo tuvo así a su alcance, cuando apenas había cumplido los ocho años, todos aquellos libros que no tardaron en llenar sus ratos de ocio.
A los dieciséis años intentó ingresar en la Universidad de Guadalajara, pero no pudo hacerlo pues los estudiantes mantuvieron, por aquel entonces, una interminable huelga que se prolongó a lo largo de año y medio. En Guadalajara publicó sus primeros textos, que aparecieron en la revista Pan, dirigida por Juan José Arreola. Poco después se instaló en México D.F., ciudad que, con algunos intervalos, iba a convertirse en su lugar de residencia y donde, el 7 de enero de 1986, le sorprendería la muerte.
Ya en la capital, intentó de nuevo entrar en la universidad, alentado por su familia a seguir los pasos de su abuelo, pero fracasó en los exámenes para el ingreso en la Facultad de Derecho y se vio obligado a trabajar. Entró entonces en la Secretaría de Gobernación como agente de inmigración; debía localizar a los extranjeros que vivían fuera de la ley. Desempeñó primero sus funciones en la capital para trabajar luego en Tampico y Guadalajara y recorrer, más tarde, durante dos o tres años, extensas zonas del país, entrando así en contacto con el habla popular, los peculiares dialectos, el comportamiento y el carácter de distintas regiones y grupos de población.

Esta vida viajera, este contacto con la múltiple realidad mexicana, fue fundamental en la elaboración de su obra literaria. Más tarde, y siempre en la misma Secretaría de Gobernación, fue trasladado al Archivo de Migración. Rulfo se ganó la vida en trabajos muy diversos: estuvo empleado en una compañía que fabricaba llantas de hule y también en algunas empresas privadas, tanto nacionales como extranjeras. Simultáneamente, dirigió y coordinó diversos trabajos para el Departamento Editorial del Instituto Nacional Indigenista y fue también asesor literario del Centro Mexicano de Escritores, institución que, en sus inicios, le había concedido una beca.
La obra de Juan Rulfo, pese a constar sólo de dos libros, le valió un general reconocimiento en todo el mundo de habla española, reconocimiento que se concretó en premios tan importantes como el Nacional de Letras (1970) y el Príncipe de Asturias de España (1983); fue traducida a numerosos idiomas. En 1953 apareció el primero de ellos, El llano en llamas, que incluía diecisiete narraciones (algunas de ellas situadas en la mítica Comala), que son verdaderas obras maestras de la producción cuentística.
Cuando, en 1955, aparece Pedro Páramo, la única novela que escribió Juan Rulfo, el acontecimiento señala el final de un lento proceso que ha ocupado al escritor durante años y que aglutina toda la riqueza y diversidad de su formación literaria. Una formación que ha asimilado deliberadamente las más diversas literaturas extranjeras, desde los modernos autores escandinavos, como Halldor Laxness y Knut Hamsun, hasta las producciones rusas o estadounidenses. Basta con acercarse a la novela, de estructura más poética que lógica, que ha sido tachada de confusa por algunos críticos, para comprender la paciente laboriosidad del autor, el minucioso trabajo que su redacción supuso y que le exigió rehacer numerosos párrafos, desechar páginas y páginas ya escritas.
Desde 1955, año de la aparición de Pedro Páramo, Rulfo anunció, varias veces y en épocas distintas, que estaba preparando un libro de relatos de inminente publicación, Días sin floresta, y otra novela titulada La cordillera, que pretendía ser la historia de una inexistente región de México desde el siglo XVI hasta nuestros días. Pero el autor no volvió a publicar libro alguno. En una entrevista de 1976, Rulfo confesó que la novela proyectada había terminado en la basura. De vez en cuando, algunos textos suyos aparecían en las páginas de las publicaciones periódicas dedicadas a la literatura. Así, en septiembre de 1959, la Revista Mexicana de Literatura publicó con el título de Un pedazo de noche un fragmento de un relato de tema urbano; mucho más tarde, en marzo de 1976, la revista ¡Siempre! incluía dos textos inéditos de Rulfo: una narración, El despojo, y el poema La fórmula secreta.

Pero esta escasa producción literaria ha servido de inspiración y base para una considerable floración de producciones cinematográficas, adaptaciones de cuentos y textos de Rulfo que se iniciaron, en 1955, con la película dirigida por Alfredo B. Crevenna, Talpa, cuyo guión es una adaptación de Edmundo Báez del cuento homónimo del escritor. Siguieron El despojo, dirigida por Antonio Reynoso (1960);Paloma herida, que, con argumento rulfiano, dirigió el mítico realizador mexicano Emilio Indio Fernández; El gallo de oro (1964), dirigida por Roberto Gavaldón, cuyo guión sobre una idea original del autor fue elaborado por Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez. En 1972, Alberto Isaac dirigió y adaptó al cine dos cuentos de El llano en llamas y en 1976 se estrenó La Media Luna, película dirigida por José Bolaños que supone la segunda versión cinematográfica de la novela Pedro Páramo.
Fueron tantas las reacciones periodísticas y las notas necrológicas que se publicaron después de la muerte de Rulfo que con ellas se elaboró un libro titulado Los murmullos, antología periodística en torno a la muerte de Juan Rulfo. Póstumamente se recopilaron los artículos que el autor había publicado en 1981 en la revista Proceso.



Octavio Paz

Octavio Paz Lozano. (México D.F., 31 de marzo de 1914 - Coyoacán, México, 19 de abril de 1998). Poeta y ensayista mexicano. Premio Nobel de Literatura en 1990.

A los diecisiete años publica sus primeros poemas en la revista Barandal (1931). Posteriormente dirige las revistas Taller (1939) e Hijo pródigo (1943). En un viaje a España contacta con intelectuales de la república española y con Pablo Neruda, contactos que le influencian fuertemente en su poética.
Después de publicar Luna Silvestre (1933) y el poemario dedicado a la guerra civil española ¡No pasarán! (1936), edita Raíz del hombre(1937), Bajo tu clara sombra (1937), Entre la piedra y la flor (1941) y A la orilla del mundo (1942).

En 1944, con una beca Guggenheim, pasa un año en Estados Unidos. En 1945 entra en el Servicio Exterior Mexicano y es enviado a París. Durante este periodo se aleja del marxismo al entrar en contacto con los poetas surrealistas y otros intelectuales europeos e hipanoamericanos.
Llegando a la década de 1950 publica cuatro libros fundamentales: Libertad bajo palabra (1949), El laberinto de la soledad (1950), retrato de la sociedad mexicana, ¿Águila o sol? (1951), libro de prosa de influencia surrealista, y El arco y la lira (1956).

Su obra, extensa y variada, se completa con numerosos poemarios y libros ensayísticos, entre los cuales cabe citar Cuadrivio (1965), Ladera este(1968), Toponemas (1969), Discos visuales (1969),  El signo y el garabato(1973), Mono gramático (1974), Pasado en claro (1975), Sombras de obras(1983) y La llama doble (1993).

En 1981 es galardonado con el Premio Cervantes. En 1999 aparecen, póstumamente, Figuras y figuraciones y Memorias y palabras, epistolario entre Octavio Paz y Pere Gimferrer entre los años 1966 y 1997.


Carlos Fuentes

Nació el 11 de noviembre de 1928 en Panamá a causa de la profesión diplomática de su padre.

Allí pasó su infancia. Después vivió en Quito, Montevideo, Río de Janeiro, Washington, Santiago y Buenos Aires. En su adolescencia regresó a México, donde se radicó hasta 1965.

Cursó estudios en Suiza y Estados Unidos aunque la carrera de abogado la realizó en la Universidad Nacional Autónoma de México. Con 12 años leyó por primera vez El Quijote.

Sus primeros escritos se publicaron en la revista Medio siglo. Fue el fundador y dirigió junto aEmanuel Carballo la Revista Mexicana de Literatura (1955-1958) y fue codirector con Luis Villoro, Francisco López Cámara y Jaime García Terrés de El espectador (1959-1960). Becario del Centro Mexicano de Escritores (1956-1957) preparó numerosas adaptaciones cinematográficas de obras suyas y de otros autores. Escribió guiones para películas como: El gallo de oro en 1964, o Un alma pura en 1965. Fue íntimo amigo del escritor colombiano Gabriel García Márquez.

Colaborador en los principales suplementos culturales y periódicos de México y del extranjero. Es embajador de México en Francia de 1972 a 1976 abrió las puertas de la embajada a los refugiados políticos latinoamericanos y españoles. Ha residido en Europa y Norteamérica; fue profesor en las universidades de Columbia, Harvard, Princeton, Brown, Pennsylvania (Estados Unidos) y ocupó la cátedra Simón Bolívar en la Universidad de Cambridge.

Carlos Fuentes fue uno de los escritores miembros del denominado Boom hispanoamericano constituido por los Premios Nobel Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez, y por el argentino Julio Cortázar. En sus trabajos destaca su compromiso político y social. Sus obras han sido traducidas a varias lenguas.

A partir de la colección de cuentos Los días enmascarados (1954) se dio a conocer con una obra donde lo fantástico colinda con lo real. Su primera novela, La región más transparente (1958), lo consagró de inmediato en los medios literarios mexicanos. Después escribió Las buenas conciencias (1959) y La muerte de Artemio Cruz (1962), donde narra cincuenta años de la vida mexicana. Aura (1962), es una narración breve y uno de sus mejores textos, entre lo histórico y lo fantástico. Con Zona sagrada (1967), Cambio de piel (1967) regresa a lo épico. Terra nostra(1975) entrelaza distintos tipos de ficción y mitos. En La cabeza de la hidra (1978) ensaya una novela policiaca, Una familia lejana (1980) se enraíza en la fantasía. Después publicó Agua quemada (1981); Gringo viejo (1985), sobre el escritor Ambrose Bierce, Cristóbal Nonato(1987), La campaña (1990), El naranjo o los círculos del tiempo (1993), Diana o la cazadora solitaria (1994), La frontera de cristal, una novela en nueve cuentos (1995). Diversos ensayos como La nueva novela hispanoamericana, Tiempo mexicano, Valiente mundo nuevo y El espejo enterrado, tratan sobre la literatura y la historia, tanto de México y de América. Ha escrito para el teatro: Todos los gatos son pardos y El tuerto es rey de 1970; Los reinos originarios y Orquídeas a la luz de la luna (1982). La muerte de Artemio Cruz, Aura, y La región más transparente son tres de las mejores novelas de Carlos Fuentes, consideradas clásicos de la literatura hispanoamericana. En ambos libros hay un manejo de las nuevas técnicas narrativas vanguardistas que le permiten retratar imaginariamente ese mundo complejo de un México Posrevolucionario donde confluyen el tema de la Historia, el poder, el autoritarismo y la muerte.

Con numerosos premios literarios, entre los que destacan: Biblioteca Breve (España, 1967),Rómulo Gallegos (Venezuela, 1974), Xavier Villaurrutia (México 1975) Alfonso Reyes (México, 1979), Nacional de Literatura (México, 1984) y Cervantes (España, 1987). El Premio Príncipe de Asturias (España, 1994) además de recibir Doctorados Honoris Causa en las universidades más distinguidas del mundo como Harvard o Cambridge. Es miembro de El Colegio Nacional desde 1974 y de la American Academy and Institute of Art and Letters desde 1986.

Carlos Fuentes falleció el 15 de mayo de 2012 en el Hospital de Ángeles del Pedregal de laCiudad de México a los 83 años de edad. 

ESCRITORES PANAMEÑOS

Ricardo Miro

(Panamá, 1883 - 1940) Escritor panameño, considerado como el gran poeta nacional. En su juventud cursó estudios de pintura en Bogotá, que truncó por razones políticas. Ricardo Miró vivió los tiempos efervescentes de la construcción del canal por los franceses, los de la fundación de la República en 1903 y experimentó muy sensiblemente la presencia sajona en el territorio istmeño.
En 1904 publicó por primera vez sus poemas en la revista literaria El Heraldo del Itsmo, que dirigía Guillermo Andrave. La lírica de Ricardo Miró presenta influencias modernistas y neorrománticas. Cantó a la patria, a su paisaje, a la herencia hispana y al amor. Sus poemarios más representativos son Preludios, 1908; Los segundos preludios, 1916; La leyenda del Pacífico, 1925; Caminos silenciosos, 1929. Escribió cuentos y dos novelas: Las Noches de Babel y Flor de María. Fue también fundador y director de revistas literarias; la más importante de ellas fue Nuevos Ritos. a través de cual señaló las líneas de un proceso de renovación que luego marcaría los rumbos de la poesía panameña.


Ricardo Miró desempeñó cargos diplomáticos en Londres, Marsella y Barcelona, donde escribió en 1909 su emblemático poema "Patria". Fue director de los Archivos Nacionales y Secretario Perpetuo de la Academia Panameña de la Lengua. Murió en la ciudad de Panamá el 2 de marzo de 1940. El premio nacional de literatura fue bautizado en su honor, el Premio Ricardo Miró, y se otorga anualmente en los géneros poesía, cuento, novela y ensayo.

ESCRITORES VENEZOLANOS

Rómulo Gallegos

Nació el 2 de agosto de 1884 en el seno de una familia humilde de Caracas (Venezuela).

Cursó estudios en el Colegio "Sucre" y se licenció en Filosofía, Literatura y Matemáticas. Más tarde, dirigió el Liceo Federal de Barcelona (Venezuela), la Escuela Normal de Caracas y el Liceo "Andres Bello" de la capital venezolana. Fue profesor entre 1912 y 1930.

Durante ese periodo, publicó numerosas novelas centradas en la vida de su país. En su primera obra Reinaldo Solar (1920) plantea las dificultades del protagonista por armonizar su vida pública y privada; La trepadora (1925) se centra en el tema de la conquista del poder; en Doña Bárbara (1929) -su primera obra de éxito y considerada en su momento como la mejor novela sudamericana- cuenta el conflicto entre Doña Bárbara, que significa el aspecto salvaje de la naturaleza, y Santos Luzardo, que es la ley. En su prosa está patente la influencia delmodernismo. Otras novelas que destacan son Canaima (1935), Pobre negro (1937), o el libro de cuentos, publicado en 1946, La rebelión.

Nombrado senador durante el régimen de Juan Vicente Gómez, en Doña Bárbara, describe la lucha contra las fuerzas de la tiranía en Venezuela. A causa de las críticas contra el dictador que la novela contenía, se vio obligado a exiliarse en 1931 en los Estados Unidos y, posteriormente, en España. Cuando regresó intervino en la creación del partido Acción Democrática y le nombraron Ministro de Educación, pero sus esfuerzos para llevar a cabo una profunda reforma escolar fracasaron, y se le obligó a dimitir.

En 1945 tomó parte en el golpe militar que llevó al poder a Rómulo Betancourt comopresidente provisional del país, y él mismo fue elegido presidente de Venezuela, cargo que desempeñó durante menos de un año (febrero-noviembre de 1948) ya que fue incapaz de equilibrar las fuerzas políticas contrarias y marchó como exiliado a Cuba y luego a México.

En el año 1958 Rómulo Gallegos volvió a su país donde permaneció hasta su muerte el 5 de abril de 1969 en Caracas.


Bibliografía

Novelas

1913.- Los Aventureros
1913.- Los Inmigrantes
1920.- Reinaldo Solar
1929.- Doña Bárbara
1934.- Cantaclaro
1935.- Canaima
1937.- Pobre Negro
1942.- El Forastero
1943.- Sobre la misma tierra
1952.- La Brizna de paja en el viento
1954.- Una posición en la vida
1957.- El Ultimo Patriota

Cuentos

1922.- La rebelión y otros cuentos
Cuentos Venezolanos

Drama
1911.- El milagro del año

Andrés Bello


Nació en Caracas, Venezuela el 29 de noviembre de 1781. Su formación cultural se vio influenciada por hechos como el de haber sido educado por sacerdotes, haberse relacionado con enciclopedistas y haber tenido ilustres amigos como Humboldt. De su brillante curriculum se conoce que dio lecciones gratuitas de geografía a Bolívar, dos años menor que él. Fue enviado con Bolívar y López Méndez a gestionar el apoyo inglés en 1810, se quedó en Londres, donde vivió dando lecciones de latín y castellano hasta 1822, en que obtuvo el nombramiento de secretario interino de la legación de Chile, y después, el de secretario de la de Colombia; en 1829 se trasladó a Santiago de Chile, donde fue rector de la Universidad Nacional e influyó decisivamente en el desarrollo cultural del país. Este venezolano, quien tanto hizo por la educación pública en Chile, personifica las orientaciones y personificaciones de una cultura hispanoamericana independiente.
Sus dos poemas fundamentales los publicó en las revistas que editó en Londres: en la "Biblioteca Americana", su "Alocución a la Poesía", parte de una composición que debió titularse "América" y que no llegó a la realidad; en su "Repertorio Americano", la "Silva a la agricultura de la Zona Tórrida"; ya en sus primeras poesías se advierte la influencia de Virgilio y la orientación neoclásica que no abandonaría nunca el poeta, a pesar de ciertas chispas de romanticismo. Sus silvas a la poesía y a la agricultura constituyen el grito de la independencia literaria hispanoamericana; la guerra se ganó, hay que construir la paz en una dedicación constante al cultivo del espíritu y del campo de América; las lecciones de Virgilio y los consejos de Humboldt se conjugan para una realización neoclásica, didáctica y descriptiva. La inquietud del poeta neoclásico por el romanticismo lo lleva a intentos singulares, como el de la "Pière pour tous" de Víctor Hugo pero en versión española que intituló "Oración para todos" publicada en 1830, de la cual hay quienes afirman que no es una traducción sino una adaptación superior al original. La reconstrucción del "Poema del Cid" nos presenta la imagen del erudito moderno que supo captar y asimilar el tono europeo con sencillez y elegancia espiritual; los "Principios de Derecho de Gentes", de 1847, nos presentan al jurista capaz y preparado que se desempeña certeramente en la política internacional.
Quizás el aspecto más perdurable de su personalidad es el de filólogo, el obras como la ya citada del "Cid", sus "Principios de Ortología" y sobre todo "Gramática Castellana", obra de sencillez revolucionaria impregnada de la intuición genial de Andrés Bello. La Real Academia Española de la Lengua lo nombró miembro honorario en 1851; Hispanoamérica lo considera un caudillo intelectual de su independencia y lo venera como maestro de las generaciones modernas hispanoamericanas. Murió en Santiago de Chile en 1865.



ESCRITORES PARAGUAYOS

Augusto Roa Bastos

Asunción, 1917 -2005) Narrador y poeta paraguayo, sin duda el escritor de su país más importante del siglo XX y uno de los grandes novelistas de la literatura hispanoamericana. Pasó su niñez en el pueblo de Iturbe, lugar que le sirvió de inspiración para muchas de sus creaciones. En 1932 se escapó de su casa para alistarse en el ejército durante la guerra del Chaco. Esos años, durante los que permaneció en la retaguardia, fueron cruciales al proporcionarle anécdotas y vivencias que alimentarían su literatura.
En 1936 trabajó en Asunción como periodista para El País, del que fue luego director. Por entonces, con J. Pla, H. Campos Cervera y otros pocos, inició la que sería la renovación poética paraguaya de la década de 1940. En 1944 viajó a Gran Bretaña, con una invitación del Consejo Británico, y trabajó allí como corresponsal para su periódico y también en la BBC de Londres, donde fue el primer locutor paraguayo.
Poco después de regresar al país, fue forzado al exilio tras la Revolución de 1947, cuando se ordenó su arresto, hecho que lo obligaría a vivir en el exterior por más de cuarenta años, de los cuales los primeros treinta transcurrieron en Buenos Aires.
Durante este largo período trabajó entre otras cosas como guionista cinematográfico, una profesión que calificaría como "de supervivencia" pero que sin embargo influyó en su "estilo descriptivo", tras haber estructurado los argumentos de una docena de películas. En 1953 publicó su colección de cuentos El trueno entre las hojas, libro al que le siguió, en 1960, la novela Hijo de hombre, por la que recibió el unánime reconocimiento de la crítica. De modo fragmentario, esta obra abarca cien años de historia paraguaya, y en ella hay que destacar el rigor técnico con que el autor traza su complejo relato y la fuerza expresiva de una prosa mestiza (mezcla de español y guaraní) que transcribe el habla regional.

Más tarde dio a conocer El baldío (1966), Madera quemada (1967) y Moriencia(1969). Pero su fama internacional no llegaría hasta 1974, cuando publicó Yo el Supremo, novela histórica que protagoniza el dictador Gaspar Rodríguez de Francia, obra que lo estableció definitivamente en la vanguardia de los escritores del continente y por la que pasó a formar parte del llamado boom latinoamericano.
Figura siniestra y a la vez fascinante, con visos de déspota ilustrado, Gaspar Rodríguez de Francia encerró materialmente a su país dentro de un círculo de autoritarismo y de aislamiento. En la novela, el narrador queda sustituido por un compilador que proporciona materiales al lector para que sea éste quien la monte o construya. Como obra del lenguaje, profundiza en las raíces del español paraguayo, en busca de lo que se ha calificado de "oralidad escrita", lo cual potencia la creación de neologismos, deformaciones y continuos juegos tanto léxicos como sintácticos.
En 1976 se integró al plantel de profesores de la Universidad de Toulouse, en Francia, donde enseñó literatura y guaraní hasta 1984. En 1982, durante una visita que realizó a su país, fue expulsado del Paraguay y se le confiscó el pasaporte, acusado por el régimen de Stroessner de adoctrinar a la gente joven con la ideología marxista. Como única prueba se presentaron documentos que demostraban que había estado en Cuba.

De 1985 en adelante fue un opositor activo al gobierno de Stroessner y actuó como embajador no oficial del Acuerdo Nacional en Europa. En febrero de 1986 publicó una Carta Abierta al pueblo paraguayo, que circuló ampliamente dentro del país y en la que se exigía una transición a la vida democrática. Poco después de la caída de Stroessner regresó al Paraguay. En noviembre de 1989 recibió el Premio Cervantes.
Sus publicaciones posteriores incluyen las novelas Vigilia del almirante (1992), El fiscal (1993), Contravida (1994) y Madama Sui (1995). También publicó piezas de teatro y numerosas antologías de relatos como Los pies sobre el agua (1967),Cuerpo presente y otros cuentos (1971), Lucha hasta el alba (1979), Antología personal (1980), Contar un cuento y otros relatos (1984).
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ESCRITORES BOLIVIANOS

Edmundo Paz Soldán

El escritor boliviano José Edmundo Paz Soldán, quien nació en Cochabamba en 1967, forma parte, desde hace un tiempo, de una corriente narrativa latinoamericana que se caracteriza por describir escenarios realistas y registrar a través de la literatura la influencia de los medios de comunicación y las nuevas tecnologías en el paisaje urbano del continente.
A lo largo de su vida, este licenciado en Ciencias Políticas que se recibió en la Universidad de Alabama-Huntsville (institución a la que llegó con una beca como jugador de fútbol) y realizó un doctorado en Lenguas y Literatura Hispana por la Universidad de Berkeley, no sólo ha publicado una gran cantidad de libros, sino que también ejerció la docencia, dictó algunos cursos y fue colaborador en varios diarios, en muchos de los cuales elaboró artículos sobre política y cultura.
Lejos de limitar su trabajo a un género literario específico, Edmundo Paz Soldán ha probado suerte como novelista, ensayista, crítico y creador de cuentos. “Las máscaras de la nada”“Amores imperfectos”“Días de papel”“Alrededor de la torre”“La materia del deseo”“El delirio de Turing”“Alcides Arguedas y la narrativa de la nación enferma” y “Palacio quemado” son algunos de los títulos que forman parte de la destacada producción literaria de este hombre que confiesa ser admirador de Jorge Luis BorgesMario Vargas Llosa y Franz Kafka, entre otras figuras que han hecho historia dentro del mundo de las letras.
Por las características de sus textos, varios de los trabajos de este autor que residió, durante largas temporadas, en la provincia argentina de Buenos Aires, han sido traducidos a numerosas lenguas y le han permitido obtener importantes reconocimientos a nivel internacional, entre los que se pueden destacar la beca otorgada por la Fundación Guggenheim, el prestigioso Premio Juan Rulfo y el Premio Nacional de Novela en Bolivia

Adela Zamudio

Ilustre mujer, cochabambina, nacida en La Paz en 1854. Escritora, pensadora, pintora, Directora y profesora de la primera escuela laica en Bolivia. Poetisa coronada en 1928 por el Gobierno de la Nación. Vivió para Las letras y la enseñanza. Fundó en 1911 la primera escuela de pintura para señoritas y otra igual para niños del suburbio. Muy joven se inició en la poesía bajo el seudónimo de SOLEDAD y llegó a ser la figura literaria sobresaliente entre todos Los escritores del periodo romántico. Manejó con acierto todos los géneros y formas retóricas. Su versificaciones fluida y correcta. Sus temas son la vida, la Naturaleza, Los sentimientos y la preocupación filosófica.

Penetrante observadora del alma humana, sus cuentos reflejan el ambiente de su época y denuncian la injusticia social y económica con sutileza, medida e ironía.

El desconsuelo que se encierra en muchas de Las composiciones de Zamudio, nace mas de la angustia filosófica, de la lucha con un medio chato y clerical que del prurito lacrimoso y sentimental que aquejaba a los escritores del siglo pasado.

Combatió gallardamente par la emancipación social e intelectual de la mujer, sin que esta actitud menoscabara su femineidad. Su rebeldía estaba unida a un alto sentido cristiano; sin embargo fue combatida parlas autoridades eclesiásticas hasta suscitar una célebre polémica nacional en la que se solidarizaron con la Maestra y Poetisa la casi totalidad de los escritores bolivianos importantes.

Autora de piezas de teatro y lecciones líricas para niños. Su labor didáctica aparte del magisterio, cuenta con estudios y conferencias orientadoras.

Obras: "Ensayos políticos, Buenos Aires 1887; "Intimas", "Peregrinando","Ráfagas", París 1914; "Cuentos breves".

Ilustres críticos bolivianos se han ocupado de la obra de esta Poetisa, Maestra y Precursora. Augusto Guzmán ha realizado el estudio mas completo y documentado en "Biografía de una mujer ilustre".
Fallece en 1928

Nataniel Aguirre

(Cochabamba, 1843 - Montevideo, 1888) Político y novelista boliviano. Considerado un clásico de la literatura de su país, su narrativa se inscribió en la novelística de finales del siglo XIX como una excepción al relato colonial, al memorialismo y a la reconstrucción histórica que predominaron hasta entonces. Su obra sirvió así de puente entre el ya caduco romanticismo y el incipiente realismo.
El conjunto de su producción es por ello difícilmente catalogable. Se le considera un caso excepcional incluso por su biografía, ya que sólo en la madurez fue reconocido por su obra ensayística, habiendo dedicado anteriormente su vida a la política. Fue miembro del Consejo de Estado en 1872 y de la Convención en 1880, y después ocupó sucesivamente la cartera de ministro de Hacienda, de la Guerra, del Gobierno y de Relaciones Exteriores durante gobiernos de distintos presidentes.
En 1885 publicó la novela Juan de la Rosa (Memorias del último soldado de la Independencia), que le valió el mayor reconocimiento de los intelectuales y del mundo de la cultura boliviana y lo situó entre los narradores más relevantes del país. La novela relata algunos de los episodios más heroicos de la historia de Cochabamba, su ciudad natal, para destacar la resistencia del pueblo contra el general español José Manuel de Goyeneche.
Al tratar en una novela histórica hechos recientes que todavía estaban en la conciencia de los lectores, Nataniel Aguirre se alejó del estilo romántico que prefería situar los relatos en tiempos más remotos y acercarse a una literatura didáctica que trataba de formar a la población en la corriente liberal. Por esta obra el eminente crítico Anderson Imbert lo juzgó el mejor novelador de la historia de Bolivia.

De 1874 a 1883 publicó varios ensayos de relativo éxito pero de indudable interés, como Unitarismo y Federalismo, Biografía del General Francisco Burdett O'Connor oBolivia en la Guerra del Pacífico. Escribió también poesía lírica y patriótica, cuentos, dramas románticos de corte folletinesco, como Visionarios y mártires (1865) yRepresalia de héroe (1869), y las novelas La bellísima Floriana y La Quintañona, obras ambas de acusado valor literario que lo inscribieron dentro de la llamada "literatura boliviana independiente".

ESCRITORES ECUATORIANOS

José Joaquín de Olmedo

Mario Escritor y político ecuatoriano, presidente de la Junta de Gobierno de Guayaquil (1820-1822)



Nació el 20 de marzo de 1780 en Guayaquil cuando esta ciudad era parte del Virreinato del Perú.

Hijo del Capitán español Agustín de Olmedo y de la guayaquileña Ana María Maruri.

A los catorce años, viaja a Lima, para ingresar al Convictorio de San Marcos y luego a la Universidad de San Marcos, en donde obtuvo el grado de Doctor en Jurisprudencia.

Fue diputado por la ciudad en las Cortes de Cádiz españolas (1810). En el año 1820 fuepresidente de la Junta de Gobierno de Guayaquil. Se opuso a la integración de Ecuador en la República de la Gran Colombia, por lo que tuvo que abandonar el país en 1822. Exiliado en Perú, fue diputado por Puno en el Congreso Constituyente de Lima (1823) y embajador en Gran Bretaña y Francia (1825-1828). De regreso a su patria fue elegido presidente de la Asamblea Constituyente de Ambato (1835). En 1845 formó parte del gobierno provisional y presentó su candidatura a la presidencia de la República, siendo derrotado por Vicente Ramón Roca (1845-1849).

Entre sus poemas destacan La victoria de Junín (1825) y la Oda al General Flores, vencedor de Miñarica (1835). Elaboró el primer escudo de Armas del Ecuador, el mismo que fue un patrón para el origen del actual.

Casado con María Rosa Icaza y Silva, fue padre de Virginia de Olmedo Icaza.

José Joaquín Olmedo falleció el 19 de febrero de 1847 en Guayaquil.


Cargos

Triunviro del Ecuador
(Revolución marcista)
6 de marzo - 8 de diciembre de 1845
Junto a Vicente Ramón Roca Diego Noboa

Predecesor
Juan José Flores

Sucesor
Vicente Ramón Roca

Vicepresidente del Ecuador
12 de septiembre de 1830 - 1831

Presidente
Juan José Flores

Predecesor
ninguno

Sucesor
Modesto Larrea y Carrión

Presidente de Guayaquil
10 de noviembre de 1820 - 27 de julio de 1822

Predecesor
ninguno

Sucesor
Simón Bolívar

Alcalde de Guayaquil
1839 - 1840

Predecesor
Juan de Avilés

Sucesor
José María Viteri


Obras

La Batalla de Junín
Canto a Bolívar
Alfabeto para un niño
Al General Flores, vencedor en Miñarica
Al General Lamar
Epitalamio

Juan Montalvo

Pedro Vargas Llosa nació un domingo 28 de marzo de 1936 en la ciudad de Arequipa (PerúNació el 13 de abril de 1832 en Ambato, Tungurahua. Hijo de Josefa Fiallos y José Santos Montalvo.

Su obra se desarrolla en varios campos, sobre todo en el periodismo político de corte liberal, dirigido contra los dirigentes conservadores de su país: El Cosmopolita y Las Catilinarias (1866-1882). En junio de 1876 aparecen los opúsculos que constituirían "El Regenerador", serie que se publicará hasta 1878. El más importante de estos escritos es "Lecciones al Pueblo.

En su libro Siete tratados (1882) trata temas filosóficos, episodios de la historia hispanoamericana, personalidades del continente. Su interés por la obra de Cervantes le hace escribir Capítulos que se le olvidaron a Cervantes (1895). Además destaca Geometría moral(1917), donde hace consideraciones sobre la ética. Otros títulos suyos son Mercurial eclesiástica(1884), El Regenerador (1878) y El Espectador (1888).

Juan Montalvo falleció en París el 17 de enero de 1889.

Jorge Icaza

(Quito, 1906 - 1978) Escritor y novelista ecuatoriano, máximo representante junto con Alcides Arguedas y Ciro Alegría del ciclo de la narrativa indigenista del siglo XX. Su infancia transcurrió en el latifundio de su tío, donde entró en contacto con la realidad social ecuatoriana que marcó toda su obra.
Después de abandonar los estudios de Medicina, hizo algunos cursos de declamación, y se convirtió en actor, lo cual le dio oportunidad de recorrer su país y descubrir la situación infrahumana del indio. Contrajo matrimonio con la actriz Marina Montoya, y se inició como autor dramático, pero sus obras no tuvieron éxito, excepto tal vez Flagelo (1936).
Su fama se debe a su obra narrativa, que comenzó con el libro de cuentos Barro de la Sierra (1933), en la que ya se hace patente el tema que atravesó todos sus escritos: la situación del indio ecuatoriano.
En 1935 ganó el Premio Nacional de Literatura en su país, con la novela En las calles(1935); en ella narra la situación del indio perdido en la ciudad, lugar donde sus protestas se esfuman sin alcanzar nunca las altas esferas del gobierno. Más adelante montó un negocio de librería, trabajo que alternó con el de escritor. Fue lector entusiasta de los grandes novelistas rusos, desde Gogol a Tolstoi y Dostoievsky. En 1944 formó parte del grupo de fundadores de la Casa de la Cultura Ecuatoriana y luego fue enviado a Buenos Aires como agregado cultural; allí permaneció hasta 1953. Al regresar a su país, fue nombrado director de la Biblioteca Nacional de Quito.
Icaza es una figura sobresaliente del indigenismo en la narrativa ecuatoriana: en su primera novela, Huasipungo (1934), expone la degradada situación en que se encuentran los indios, sometidos a esclavitud por los patronos que cuentan con el apoyo de la autoridad civil y eclesiástica; este libro, de valiente denuncia social y crudo realismo (constantes de la narrativa de Icaza), se ha convertido en una obra fundamental en la evolución de la corriente indigenista del Ecuador. Con él, la novela ecuatoriana entra de lleno en la tendencia del compromiso social de la novelística actual.

Probablemente la cúspide de su elaboración artística la consiguió Icaza en la obraCholos, que enfoca la transformación del cholo en burgués, ahondando en la sicología de los personajes; éstos alcanzan en la novela independencia con respecto a la problemática social que subyace de sus vidas, al mismo tiempo que en sus páginas se aprecia una comprensión de la problemática andina.
Otras obras destacadas son Huairapamuscas (Los hijos del viento, 1947); Seis veces la muerte (1953), colección de cuentos de rico contenido humano y de mayor originalidad en los temas; El chulla Romero y Flores (1958), descarnada presentación del conflicto de este personaje ante la disyuntiva de pertenecer al mundo de los blancos o al mundo de los indios, viéndose en definitiva rechazado por ambos; Viejos cuentos (1960) y la trilogía Atrapados (1972).


ESCRITORES URUGUAYOS

Juan Carlos Onetti

(Montevideo, 1908 - Madrid, 1994) Novelista uruguayo, considerado no sólo el escritor más importante que ha dado la literatura de su país, sino uno de los máximos creadores de la narrativa en lengua castellana del siglo XX.
Hijo segundo de un funcionario de aduanas descendiente de emigrados irlandeses (ONetty, parece haber sido el apellido original) y de una brasileña que pertenecía a una familia de hacendados gaúchos, desertó de los estudios de derecho a mitad de la carrera, y desde la temprana adolescencia frecuentó las redacciones de periódicos y revistas de ambas márgenes del Río de la Plata, viviendo alternativamente en Montevideo y Buenos Aires, ciudad esta última en la que se instaló por primera vez, y ya independiente de los suyos, cuando sólo contaba veinte años.
Secretario de redacción del mítico semanario Marcha, donde firmaba sus críticas y colaboraciones con el popular seudónimo de Periquito el Aguador, asiduo del diario La Prensa y de la revista Vea y Lea, y encargado posteriormente de la sucursal rioplatense de la agencia Reuter, vivió un cuarto de siglo entre ambas capitales, de cuya síntesis surgiría la fantasmal Santa María donde transcurren sus principales ficciones (y algo más tarde Lavanda, resumen o boceto de la Banda Oriental).
Afincado en Montevideo, entre 1955 y 1975 fue director de bibliotecas municipales del distrito montevideano y luego integrante de la junta directiva de la Comedia Nacional, hasta que en el último de los citados años fue acusado de actividades subversivas por la dictadura que gobernaba su país, y eligió el exilio madrileño que ya no abandonaría hasta su muerte. En Uruguay había obtenido el Premio Nacional de Literatura, en 1962, y en España se le concedió el Cervantes, en 1980, y un año antes el de la Crítica por Dejemos hablar al viento, votado por los especialistas en forma unánime como el mejor libro de habla española publicado durante 1979.

Después de sus primeros relatos (ganó un concurso del género, convocado por el diario La Prensa, de Buenos Aires, en 1934) se inició en la novela con El pozo(1939), que los críticos han considerado el más claro antecedente hispánico de la llamada literatura existencialista, difundida por Sartre y Camus, que dominaría como tendencia, durante el decenio siguiente, la narrativa occidental. Tras ella escribióTiempo de abrazar (1940), Tierra de nadie (1941), Para esta noche (1943), Los adioses (1954) y Para una tumba sin nombre (1959), además de las sucesivas colecciones de cuentos Un sueño realizado (1951), La cara de la desgracia (1960),El infierno tan temido (1962) y Tan triste como ella (1963).
Pero el pasaje a la madurez y la absoluta autonomía de una obra que aportaba no sólo un lenguaje inédito en la narrativa hispánica, sino un universo conjetural por el que los personajes y las secuencias transitaban de un libro a otro, enriqueciendo en forma creciente el conjunto, se produjo con la escritura de La vida breve (1950), su primera obra maestra, que tendría posterior continuidad en otros dos títulos igualmente magistrales: El astillero (1961) y Juntacadáveres (1967), que constituyen la llamada "trilogía de Santa María", por transcurrir las tres novelas en la misma ciudad imaginaria, y ser habitadas por los mismos personajes que se van cediendo el protagonismo de las páginas de una a las de las otras, sin dejar por ello de ser cada una de ellas obras cerradas y autosuficientes en sí mismas.
Los temas y la atmósfera que van configurando la producción de Onetti son comunes y sórdidos: la soledad, la prostitución, la rutina, el dinero. La vida breve(entre las mencionadas) es por su exasperado realismo una auténtica obra maestra: relata el desdoblamiento de un ser tímido y sin aliento, José María Braussen, que se inventa otro yo, José María Arce, personaje violento que planea un crimen. En ella se da la fundación de Santa María, una ciudad mítica y ficticia (como Macondo de García Márquez y Comala de Rulfo), de indeterminado emplazamiento rioplatense, escenario de todo el ciclo narrativo.

El astillero y Juntacadáveres se centran en la historia del personaje Junta Larsen. La última, aunque escrita posteriormente, se refiere a hechos anteriores de Larsen, cuando éste proyecta organizar científicamente un burdel en la hipócrita sociedad de Santa María. En El astillero (su título más celebrado) relata el delirio y la derrota del personaje, enredado en la reorganización del astillero de un tal Petrus y en la seducción de la hija de éste.
Ya en el exilio español, Onetti agregó todavía un estremecedor epílogo a la serie con las densas páginas de Dejemos hablar al viento (1979), una suerte de Apocalipsis de la ciudad imaginada y de sus reiterados habitantes; trata también sobre un personaje de imprecisa identidad, Medina, que ejercita sucesivamente la medicina y la pintura (bajo la protección de una prostituta) y, de regreso a Santa María, actúa como comisario, sumido en una total degradación física y moral.
El ciclo se completó con dos títulos que recuperan historias ocurridas en la vecina Lavanda o en el deteriorado y postrero refugio de Monte (los dos igualmente imaginarios), y cierran con espléndida contundencia la propuesta narrativa del autor uruguayo: Cuando entonces (1987) y ese testamento de la ficción onettiana que publicó un año antes de morir y tituló Cuando ya no importe (1993).
Convencido desde sus inicios del radical epigonismo de la literatura hispanoamericana, y contrario a la tendencia grandilocuente y retórica en los autores del continente desde los años de las guerras independentistas, que se había visto favorecida por las sucesivas influencias de románticos y modernistas, Onetti se planteó para sí mismo una escritura lacónica, que unida a su temperamento escéptico y desencantado produjo un estilo que no tiene antecedentes y que abrió una vía tan fructífera como inédita antes de él en la narrativa en lengua española.



Eduardo Galeano

). Eduardo Galeano, en él conviven el periodismo, el ensayo y la narrativa, siendo ante todo un cronista de su tiempo, certero y valiente, que ha retratado con agudeza la sociedad contemporánea, penetrando en sus lacras y en sus fantasmas cotidianos. Lo periodístico vertebra su obra de manera prioritaria. De tal modo que no es posible escindir su labor literaria de su faceta como periodista comprometido.
Se inició a una edad muy temprana en el oficio periodístico, en el semanario socialista El Sol, en el que publicaba dibujos y caricaturas políticas que firmaba como "Gius". Posteriormente fue jefe de redacción del semanario Marcha y director del diario Época. En 1973 se exilió en Argentina, donde fundó la revista Crisis, y en 1976 continuó su exilio en España. Regresó a Uruguay en 1985, cuando Julio María Sanguinetti asumió la presidencia del país por medio de elecciones democráticas. Posteriormente fundó y dirigió su propia editorial (El Chanchito), publicando a la vez una columna semanal en el diario mexicano La Jornada. Desde entonces reside, en su Montevideo natal donde siguió haciendo su literatura y su periodismo de marcado tinte político.
Listado de sus obras:
Los días siguientes. 1962
China 1964: Crónica de un desafío. 1964
Los fantasmas del día del león y otros relatos. 1967
Guatemala: Clave de Latinoamérica. 1967
Reportajes: Tierras de Latinoamérica, otros puntos cardinales, y algo más. 1967
Su majestad el fútbol.1968
¡Manos arriba!
Siete imágenes de Bolivia. 1971
Las venas abiertas de América Latina. 1971
Violencia y enajenación. 1971
Crónicas latinoamericanas. 1972
Vagamundo. 1973
La canción de nosotros. 1975
Conversaciones con Raimon. 1977
Días y noches de amor y de guerra. 1978
La piedra que arde. 1980
Voces de nuestro tiempo. 1981
Memorias del fuego I - Los nacimientos. 1982
Memorias del fuego II - Las caras y las máscaras. 1984
Contraseña. 1985
Memorias del fuego III - El siglo del viento. 1986
Aventuras de los jóvenes dioses. 1986
Entrevistas y artículos 1962-1987
Nosotros decimos no: Crónicas (1963-1988). 1989
El libro de los abrazos. 1989
El tigre azul y otros relatos. 1991
Ser como ellos y otros artículos. 1992
Las palabras andantes. 1993
Amares (Antología de relatos). 1993
Úselo y tírelo. 1994
El fútbol a sol y sombra. 1995
Las aventuras de los dioses. 1995
Mujeres (antología de textos). 1995
Patas arriba. La escuela del mundo al revés. 1998
Las aventuras de los jóvenes dioses. 1998
Patas arriba. La historia del mundo al revés. 1999
Bocas del Tiempo. 2004
Carta al señor futuro. 2007
Espejos. Una historia casi universal. 2008



Mario Benedetti

Sus (Paso de los Toros, 1920 - Montevideo, 2009) Escritor uruguayo. Mario Benedetti fue un destacado poeta, novelista, dramaturgo, cuentista y crítico, y, junto con Juan Carlos Onetti, la figura más relevante de la literatura uruguaya de la segunda mitad del siglo XX y uno de los grandes nombres del Boom de la literatura hispanoamericana. Cultivador de todos los géneros, su obra es tan prolífica como popular; novelas suyas como La tregua (1960) o Gracias por el fuego (1965) fueron adaptadas para la gran pantalla, y diversos cantantes contribuyeron a difundir su poesía musicando sus versos.
Mario Benedetti trabajó en múltiples oficios antes de 1945, año en que inició su actividad de periodista en La Mañana, El Diario, Tribuna Popular y el semanarioMarcha, entre otros. En la obra de Mario Benedetti pueden diferenciarse al menos dos periodos marcados por sus circunstancias vitales, así como por los cambios sociales y políticos de Uruguay y el resto de América Latina. En el primero, Benedetti desarrolló una literatura realista de escasa experimentación formal, sobre el tema de la burocracia pública, a la cual él mismo pertenecía, y el espíritu pequeño-burgués que la anima.
El gran éxito de sus libros poéticos y narrativos, desde los versos de Poemas de la oficina (1956) hasta los cuentos sobre la vida funcionarial de Montevideanos(1959), se debió al reconocimiento de los lectores en el retrato social y en la crítica, en gran medida de índole ética, que el escritor formulaba. Esta actitud tuvo como resultado un ensayo ácido y polémico: El país de la cola de paja (1960), y su consolidación literaria en dos novelas importantes: La tregua (1960), historia amorosa de fin trágico entre dos oficinistas, y Gracias por el fuego (1965), que constituye una crítica más amplia de la sociedad nacional, con la denuncia de la corrupción del periodismo como aparato de poder.
En el segundo periodo de este autor, sus obras se hicieron eco de la angustia y la esperanza de amplios sectores sociales por encontrar salidas socialistas a una América Latina subyugada por represiones militares. Durante más de diez años, Mario Benedetti vivió en Cuba, Perú y España como consecuencia de esta represión. Su literatura se hizo formalmente más audaz. Escribió una novela en verso, El cumpleaños de Juan Ángel (1971), así como cuentos fantásticos como los de La muerte y otras sorpresas (1968). Trató el tema del exilio en la novela Primavera con una esquina rota (1982) y se basó en su infancia y juventud para la novela autobiográfica La borra del café (1993).
En su obra poética se vieron igualmente reflejadas las circunstancias políticas y vivenciales del exilio uruguayo y el regreso a casa: La casa y el ladrillo (1977),Vientos del exilio (1982), Geografías (1984) y Las soledades de Babel (1991). En teatro, Mario Benedetti denunció la institución de la tortura con Pedro y el capitán(1979), y en el ensayo comentó diversos aspectos de la literatura contemporánea en libros como Crítica cómplice (1988). Reflexionó sobre problemas culturales y políticos en El desexilio y otras conjeturas (1984), obra que recoge su labor periodística desplegada en Madrid.
También en esos años recopiló sus numerosos relatos breves, reordenándolos, en la colección Cuentos completos (1986), que sería ampliada en 1994. Junto a la solidez de su estructura literaria, debe destacarse como rasgo esencial de los relatos de Benedetti la presencia de un elemento impalpable, no formulado explícitamente, pero que adquiere en sus textos el carácter de una potente irradiación de ondas telúricas que recorre a los protagonistas de sus historias, para ser transmitida por ellos mismos (casi sin intervención del autor, podría decirse) directamente al lector. La predilección por este género y la pericia que mostró en él emparenta a Mario Benedetti con los grandes autores del Boom de la literatura hispanoamericana, y especialmente con los maestros del relato corto: Jorge Luis Borges y Julio Cortázar.

En 1997 publicó la novela Andamios, de marcado signo autobiográfico, en la que da cuenta de las impresiones que siente un escritor uruguayo cuando, tras muchos años de exilio, regresa a su país. En 1998 regresó a la poesía con La vida, ese paréntesis, y en el mes de mayo del año siguiente obtuvo el VIII Premio de Poesía Iberoamericana Reina Sofía. En 1999 publicó el séptimo de sus libros de relatos,Buzón de tiempo, integrado por treinta textos. Ese mismo año vio la luz su Rincón de haikus, clara muestra de su dominio de este género poético japonés de signo minimalista, tras entrar en contacto con él años atrás gracias a Cortázar.
En marzo de 2001 recibió el Premio Iberoamericano José Martí en reconocimiento a toda su obra; ese mismo año publicó El mundo en que respiro (poemas) y dos años más tarde presentó un nuevo libro de relatos: El porvenir de mi pasado (2003). Al año siguiente publicó Memoria y esperanza, una recopilación de poemas, reflexiones y fotografías que resumen las cavilaciones del autor sobre la juventud. También en 2004 se publicó en Argentina el libro de poemas Defensa propia.
Ese mismo año fue investido doctor honoris causa por la Universidad de la República del Uruguay; durante la ceremonia de investidura recibió un calurosísimo homenaje de sus compatriotas. En 2005 fue galardonado con el Premio Internacional Menéndez Pelayo. Sus últimos trabajos fueron los poemarios Canciones del que no canta (2006) y Testigo de uno mismo (2008), el ensayo Vivir adrede (2007) y el drama El viaje de salida (2008).